8 de marzo de 2007

Art Nouveau, Art Déco

Las líneas sueltas y ondulantes del Art Nouveau se convierten en rectas y curvas rígidas con sentido puramente geométrico y muchas veces simétrico: los torcidos lirios y pavos reales dejan su lugar a formas de un exotismo más remoto, como las garzas, las palmeras y los cactus. El humo que parece salir de una pipa de opio es ahora el humo de las fábricas, de las locomotoras, de los trasatlánticos, de los aviones, de los automóviles y, en general, el humo devastador del progreso técnico. El cine es un nuevo arte y las estrellas "latinas" Lupe Vélez y Dolores del río, son símbolo de exquisitez o misterio, mientras que King Kong aparece detrás de una pirámide azteca.

Una puerta al Art Deco de Xavier Esqueda
Art Nouveau y Art Déco

1 comentario:

Magda Díaz Morales dijo...

El Art Nouveau es excelente, me gusta en el arte en general (Klimt, en pintura, es notable, me fascina).

Su estudio dentro de la literatura me ha tomado interés particular, el Modernismo (llamado así en Hispanoamérica) tiene tan notables representantes y con formas y expresión tan excelentes, que adentrase en este periodo es una aventura académica (y no académica, por puro placer) muy placentera. Sus cabriolas, sus puestas en abismo, sus símbolos, ese cambio tan importante de referentes (se deja, por fin, de imitar, digamos, para asumir lo nuestro y mostrarlo al mundo), etc., sería demasiado lo que hay que apuntar de tan destacado movimiento.